7 Cuerdas que te pueden cambiar la vida este otoño

Oct 5 / Mia P. Salazar
Al empezar el cole tenemos siempre ese gusanillo de hacer alguna actividad diferente que “nos siente bien”, pero muchas veces no sabemos cual es. 

Meloom, siempre te recomienda tocar un instrumento de cuerda, porque las cuerdas del ukelele o de la guitarra te pueden cambiar la vida y además de ayudarte a quitar el estrés. Lo dice la ciencia y lo certificamos nosotros: La música te ayuda y se nota. 

Pero luego he pensado: “hay muchos tipos de cuerdas que te pueden cambiar la vida”. Y de nuevo, he venido al blog a daros información sobre otras actividades con cuerdas que te podrían cambiar la vida. ¿Pero son tan efectivas como tocar un instrumento de cuerda? Veamos:

1. El macramé

Esta es la actividad de otoño por excelencia que requiere de más cuerdas, con diferencia. Muchas más que en la guitarra. De hecho, hay tantas cuerdas que no te lo recomiendo porque tienes que estar ahí muy despierto (que ya cuesta) además de saber contar muy bien, y si te equivocas una vez tienes que deshacerlo todo.

Con la guitarra o el ukelele, sin embargo, si te equivocas no hace falta que empieces a tocar otro instrumento de nuevo. 

2. La soga

Obviamente esta cuerda te puede cambiar la vida, sobre todo si la usas para colgar un muñeco de Halloween en tu porche este otoño. Por que si tienes porche y celebras Halloween como si vivieras en una peli, es que te va genial en la vida y ya tocas un instrumento en el sofá columpio de tu porche y este artículo no es para tí, Taylor Swift.

3. La cuerda de saltar

A veces ese cambio que necesitamos en otoño, es actividad física. En ese caso, te recomendamos saltar a la cuerda. Una actividad estupenda y tan barata como Meloom y que, como Meloom, también se practica mucho mejor en grupo. Dos dan, y tú y tus amigos os vais metiendo a saltar. Con la familia mejor no, porque tu madre se mea con esto. De nuevo punto para Meloom: tocar en familia con Meloom, es totalmente waterproof. 

4. La cuerda del reloj

Mal. Ya si vas con reloj a cuerda, mal. Porque si no le das cuerda, el reloj se para y llegas tarde a todos lados como el conejo de Alicia. Sin embargo, a un instrumento de cuerda (y pese a lo que dice tu cuñado) no hay que darle cuerda. Y una vez empieces a sacar el Let it Be del ukelele, no se te acabará la cuerda nunca. 

5. La cuerda floja

La cuerda floja te puede cambiar el otoño por completo. Sobre todo si te da por ir entre edificios o montañas. Como actividad de otoño, no te la recomendamos porque es poco práctica y bastante costosa por el tema del seguro.

Además, cuando aprendas, ya será verano y se te habrán pasado las ganas. En Meloom, sin embargo, puedes empezar hoy y tocar la guitarra o el ukelele en semanas. Y no te juegas la vida cada vez que tocas, que quieras o no, hace del otoño una estación mucho más relajada. 

6. La teoría de cuerdas

Cuando decimos que la actividad física relaja no nos referimos a discutir en grupo una serie de hipótesis científicas y modelos fundamentales de física teórica que asumen que las partículas subatómicas, aparentemente puntuales, son en realidad estados vibracionales de un objeto extendido.

Quizá por eso, los centros cívicos no ofrecen clases de física: es complicadísimo (al contrario que tocar un instrumento con Meloom), y aunque faltan estudios sobre si relaja o no, la gente tiende a salir peor de lo que estaba de las clases de física teórica. Si lo que buscas es una actividad relajante: mucho mejor apuntarse a Meloom a tocar la guitarra o el ukelele.

7. Las cuerdas del ukelele

Si te apasionan las cuerdas y quieres darle un cambio a tu vida, te recomendamos encarecidamente las 4 cuerdas del ukelele. Como has podido leer, son mucho mejores que las otras cuerdas.

Para empezar por que sólo son 4, y se aprende en un periquete. Además, aprenderlo no requiere de grandes espacios (como la física cuántica), ni de complicadas teorías (como la física teórica). En tres semanas le estarás sacando canciones sin arriesgar tu vida. Además, aprender a tocar el ukelele con Meloom te sale por el precio de cuatro cortados al mes y te viene con propiedades relajantes incluidas que te van a hacer entrar en Navidad con energía e incluso ganas de comer con tus dos cuñados.

Te retamos a que lo compruebes por ti mismo.